Adicto

Me juego el tipo mirandote a los ojos
Salgo corriendo a meterme en remojo
Me has alterado poniendote a mi lado
Yo que vivia tan feliz en un tejado

A veces me siento como un ex-alcoholico en un bar. Como un ex-yonqui en una rave. Sólo a veces.

Un par (más bien serán tres) de canciones de Extremoduro. Nunca estuve tan seguro de la verdad que hay tras muchas de sus letras. Los caminos paralelos de amores y drogas. Distintas caras para una misma adicción.

Droga, amor, calor, refugio... en cada verso... (todas las drogas me dan un poco de calor...)

RELACION CONVENCIONAL
Has visto tú algún pez reír
fuera del agua como yo
has visto alguna flor bailar
los días que no sale el sol

De pronto me paro al borde del camino
te busco y no entiendo que tu mirada esquivo
me corto los dedos cada vez que te olvido
ya sabes me esquino y por tus ojos miro.

Esa montaña siempre está
hay una casa y vivo allí
y sin montaña imaginé
y ahora mi casa donde está

De pronto me paro al borde del camino
te busco y no entiendo que tu mirada esquivo
me corto los dedos cada vez que te olvido
ya sabes me esquino y por tus ojos miro.


La montaña que me imaginé, nunca estuvo.
Qué dificil es permanecer al borde del camino, buscando un qué, no un tú...
cuando lo que deseas está prohibido por lo que quieres, por lo que debes, por la realidad...

QUEMANDO TUS RECUERDOS

Vivir a la deriva
sentir que todo marcha bien
volar siempre hacia arriba
y pensar que no puedo perder
Voy a hacer un tambor de mis escrotos
sólo dejó, dejó sólo una foto

Y vivir, qué cuesta arriba
Y sentir que no sé qué hago aquí
Y andar siempre arrastrado
Y perder, que no puedo pensar
Voy a hacer un tambor de mis escrotos
sólo dejo, dejo sólo una foto

Y cada vez que la miro me pongo malo
cada vez que la miro me salen granos
cada vez que la miro me pongo tieso
cada vez que la miro me pega el palo
cada vez que la miro me se encoge el alma
cada vez que te miro te como el higo
cada vez que la miro me como el tarro
cada vez que la miro me tiro al barro

Me acuerdo de sus caricias
y la memoria me engaña
me se come la desidia
y me cuelgan las arañas

Voy a empaparme en gasolina una vez más
voy a rasparme a ver si prendo
y recorrer de punta a punta la ciudad
quemando nuestros malos sueños

Voy a empaparme en gasolina una vez más
voy a rasparme a ver si prendo
y recorrer de puta a puta la ciudad
quemando todos tus recuerdos

No, vestida de colores, se fué ¿dónde está?
No, vestida de colores, quizás, no existió jamás
No, vestida de colores, quizás, amanecerá.

Vivo en un vertedero
me acuesto con la luna
qué importa ser poeta o ser basura
Qué importa que me engañes
y luego me sonrías
si sólo eras la yegua que yo más quería
No necesito verte
pa saber que estás conmigo
y relincho de alegría siempre que te miro.

No tener demasiados recuerdos que quemar hace las cosas menos difíciles.
La unica ventaja de "la memoria de la nada" es que lo recordado no sucedió.
Sólo era la yegua que yo más quería.
Sólo fué un (otro!?!) sueño que mi mente necesitó crear.
Cómo jode estar seguro de ello.

A veces pienso que es mejor escoger la pastilla azul (o era la roja?). La de la ignorancia.
Y entonces recuerdo que esa ya la elegí muchas veces.
Lo que más molesta de quitarse una venda de los ojos es darse cuenta de todo lo que no viste.
Si la venda es abstracta, virtual... lo peor es saber que no es que no lo vieras.
Es que no lo quisiste ver.

Pero quiero acabar con algo positivo. En nuestros conciertos suelo presentar la siguiente cancion diciendo algo así como que, igual que extremoduro dice que necesita drogas y amor, nosotros creemos que son una sola cosa... y las hemos metido, todas juntas, en nuestra casita de chocolate... un lugar donde el humo es azulado, las caricias marcan la piel, las canciones salen de dentro volando, los latidos se acompasan, las flores huelen bien, y los besos siempre, siempre saben a miel... Un dia, caminando por mi nube, la encontraré... y allí me instalaré. Hasta entonces, habrá que satisfacerse con la búsqueda.

La casita de chocolate.

Un día cualquiera caminando por mi nube
con sorpresa me encontré...
Con el lugar con el que siempre había soñado
así que allí me instalé
Era una casita de chocolate
con el techo de papel
y en su jardín crecían flores de esas
que son hembra y huelen bien.

Y en mi casita de chocolate
el techo es de papel
Y en mi casita de chocolate
las flores huelen bien
Y en mi casita de chocolate
tus besos saben a miel
Y en mi casita de chocolate
tus dedos marcan la piel

Nunca imagine que se podía estar relajado
de la cabeza a los pies
Nunca imagine que me sentiría flotando
solo con probar tu miel
Y en mi casita el humo es azulado
Y te salen de la piel
Todas la risas que nunca habías mostrado
Y que te sientan tan bien

Y en mi casita de chocolate...

Y pásamelo... pásamelo...
Que estoy tocando las nubes, quiero llegar al sol,
Pásamelo... pásamelo...
Que estoy perdido en las nubes, quiero encontrar el sol

En mi casita apareces a mi lado
Siempre que te quiero ver
Y me acaricias la alegría con las manos
Y me calientas la piel
Nuestros latidos siempre van acompasados
Siempre suenan a la vez
Y las canciones salen de dentro volando
Y me hacen sentir bien

Y en mi casita de chocolate...

Y pásamelo... pásamelo...

(Una nota final para mis amigos... estoy bien. Perfectamente. Esto es sólo el reflejo de un reflejo, la manera de plasmar un momento de debilidad, cuatro pensamientos inoportunos, un latido incómodo... Me siento fuerte, justificado, convencido, entero. Se que he decidido lo que debía decidir. Sé que camino hacia donde debo caminar, sé que la luz está ahí, al final del tunel y que está mucho más cerca de lo que creo...
Pero cuando tienes los ojos acostumbrados a la oscuridad, siempre corres el riesgo de que la luz, por olvidada, te deslumbre, y que la mente confunda la una con la otra...)