El sol de invierno quita el frio, pero no calienta.
Alivia, pero no cura.
Reconforta, pero no eleva.
Calma, pero no da paz...
Hoy escribo una entrada corta, cortita, al contrario de lo que suelo hacer, para dar las gracias a mi particular sol de invierno.
Por los momentos, las conversaciones, los apoyos, las sonrisas, por llevar tanto tiempo en mi vida... por todo lo que hemos compartido, y lo que seguro compartiremos.
Encontraremos nuestro verano. Tarde o temprano. Cada uno el suyo, o quiza el nuestro, que eso nunca se sabe...
Ya sabes que se te quiere, y como se te quiere. :****
martes, octubre 03, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Aún nunca he conocido a nadie que tuviera que justificarse tanto... ;P
:***********
El verano llega...pero mientras que agradable es saber que hay personas asi en el mundo que llenan nuestras vidas de momentos felices..Son esas personas quienes de verdad merecen la pena..
Un besote
Yepa! Vengaaaaaa un abrazo bien fuerte, que ya veo que aunque haya gente como yo pa joderte una noche con sus palizas, también tienes a personitas que te alegran el día ;) Cuídese, señor.
¿Sería mucho pedir vivir en un verano permanente...? Sí...supongo que sí...Pues al menos...agradecida por los pequeños momentos de verano a lo largo de todo el año...
Un besín,
Lena.
Publicar un comentario