miércoles, agosto 30, 2006

Yo inmigro, tu inmigras...

Hay pocos temas "de actualidad" que me produzcan más repulsa, asco y verguenza ajena que "el problema de la inmigración". Hermosas palabras. A veces dice mucho más sobre la verdad el giro linguístico utilizado por el periodista-guionista de turno que el propio significado de la expresión empleada.

Pero comencemos por el principio. Espero que para llegar a algún sitio. El principio es el hecho claro de que "la palabra crea". La demostración es sencilla, y creo que razonablemente aceptable. Cuando digo que la palabra crea me refiero al hecho de que muchos conceptos, sobre todo los abstractos, los referidos a entes no reales o no medibles no existen mientras no existe la palabra que los denomina, y que esta existe mucho antes de estar plenamente definida. Hay miles de ejemplos, como podría ser el "terrorismo". Hace 150 años nadie sabía lo que era el terrorismo, porque simplemente, tal palabra no existía. Existían rebeldes, guerrilleros, resistentes, bandidos, insurgentes... pero no terroristas. Si bien es cierto que el fenómeno que hoy conocemos como terrorismo no estaba tan extendido, ni su capacidad destructiva era tan elevada, ya existía. En mil formas, pero ya existía. Robin Hood era (casi) un terrorista. Espartaco sería un terrorista hoy. Y los revolucionarios franceses, casi casi. Pero entonces no eran terroristas, eran rebeldes, resistentes, revolucionarios... No se si el ejemplo aclara el asunto, pero debería acercarlo. En fin, que sin la hermosa palabra "terrorismo", que desconozco exactamente cuando y por quien fue inventada, no habría medidas antiterroristas, ni conferencias sobre terrorismo, ni organizaciones terroristas. Tendrían otro nombre, probablemente más específico, y serían tratadas de un modo más específico. Es más, de hecho, tuvieron otro nombre, y fueron tratadas de otra manera hasta hace poco. No es una hipótesis, sino un hecho.

En particular, el concepto de terrorismo está tan manoseado por intereses de unos y otros, que a día de hoy no hay una definición aceptada unánimemente por todos los gobiernos de lo que es terrorismo y lo que no. Por ejemplo, para los USA lo que hacen (hacían) los palestinos en Israel o lo que hace la resistencia iraqui es terrorismo, mientras que para la gran mayoría de los países árabes, no. Y claro, no se ponen de acuerdo en la definición para poder dejar "dentro" o "fuera" del concepto a una u otra organización.

Ejemplos como este hay miles. Podríamos empezar con conceptos como "nacion", "sociedad", "droga", "psicología", "propaganda" o... cualquier corriente o idelogía política (y estas si que son muy graciosas).

Pero se puede ir más allá. Hay otra manera en la que la realidad se ve afectada por las palabras. El mecanismo que he descrito sería el de agregación, es decir, se acumulan hechos distintos con causas distintas, pero con una serie de puntos en común para formar un macroconcepto que las une a todas, y el hecho de que ese concepto exista hace que la manera de aproximarse intelectualmente al concepto sea distinta. Por lo tanto, vemos que la palabra "crea", cambia las cosas por su mera existencia. Pero tambien hay un efecto de imitacion. El individuo que está cubierto por ese concepto, tambien se ve dentro de el, y tenderá a imitar al resto de individuos que están en ese grupo. Trasladado al ejemplo: Un grupo, para ser considerado "terrorista", debe llevar a cabo cierto tipo de acciones. Es más, si no lo hace no será terrorista, y no tendrá importacia. Trasladable igualmente a cientos o miles de ejemplos. Y un razonamiento bastante interesante a la hora de examinar el proceso de paz en Euskadi. Pero eso, hoy, no toca.

A lo que ibamos: La palabra crea. Y crea en la medida en la que su uso cambia nuestra manera de observar o aproximarnos al tema, y tambien en la medida en que modificamos nuestras pautas para pertenecer o no pertenecer (nosotros, nuestro grupo, nuestro trabajo, nuestro modo de actuar... ) al grupo generado por el concepto.

Y ahora me centro en el tema que realmente quería tratar el puñetero "problema de la inmigración".

Yo me pregunto: ¿Es la inmigracion, necesariamente un problema?.
A priori, no tiene por que. Ejemplos hay a patadas, quizá el más espectacular es el del pais de los inmigrantes por excelencia: los Estados Unidos de América. Su población está compuesta por descendientes de inmigrantes en un 99%. Primero fueron ingleses y holandeses, y tambien franceses en algunos estados. Despues fueron italianos, irlandeses, polacos, chinos, latinoamericanos... No parece que les haya ido mal ni que se haya destruido el país, más bien al contrario.
Bien, parece que la inmigración no es un problema en si misma. Habrá que darle la vuelta a la tortilla y pensar por qué el señor periodista se refiere a la inmigración como un problema. La respuesta es sencilla. Es que hay dos tipos de inmigrante. El inmigrante rico es un "turista", aunque se haya afincado aquí. El inmigrante rico no es un "inmigrante", es... otra cosa. En realidad, la palabra inmigrante se refiere a ambos, al rico y al pobre, pero para simplificar el tema, se ha empezado a reservar la palabra "inmigrante" a los inmigrantes pobres. El alemán que se jubila y se compra una casa en Mallorca ¿es un inmigrante?... pues sí, lo es. Asi que el periodista usa la muletilla "el problema de" para que el lector tenga claro que solo se refiere a la "inmigración problemática", un concepto mucho más feo de explicar. La realidad es terca: El concepto "el problema de la inmigración" significa "los inmigrantes problemáticos", que en realidad significa "los inmigrantes que vienen sin un duro a buscarse la vida, y no esos que vienen a gastar los cuartos". ¿Vais entendiendo por que me resulta vomitivo el tratamiento que hacen los medios? Porque la diferencia es simplemente económica. Y la diferencia de trato que se da a unos y otros es abismalmente distinta. Hasta el punto de olvidar el hecho fundamental: Unos y otros son seres humanos. Y los "inmigrantes que constituyen el problema" están en un estado de verdadera necesidad, mientras que los otros no. A veces parece que se olvida.

Y no acaba ahi el tema. No, van más allá. En todos los medios se da por supuesto que ese "problema" hay que atajarlo utilizando la violencia del estado. Es un tema policial, de proteccion de fronteras, del que "hay que defenderse". O sea, que nuestra sociedad debe sentirse amenzazada por ¡un ejercito de indigentes buscando una vida mejor! Es lógico, tenemos que usar la violencia para mantener las diferencias, es la respuesta lógica y coherente... poner paredes, levantar verjas, mandar barcos a patrullar... El hecho de que vivan en la miseria, es un detalle sin importancia. El hecho de que las barreras comerciales a los productos agrícolas de estos países o su "deuda externa" (hermoso concepto para no decir "lo que deben a los países ricos"), cuando no guerras internas creadas por las divisiones artificiales de las descolonizaciones o por conflictos de intereses de los paises ricos, les impidan prosperar... eso claro, eso se da por supuesto, eso no necesitamos que nos lo recuerden cada día... coño, claro que si no no podríamos dormir, y aumentaría las recetas de antidepresivos...

Y después están los políticos. Esos me dan más asco todavía, pues no hacen sino echar más leña al fuego.
Los socialistas (ejem), digamos nuestros liberalsocialdemócratas particulares, en el gobierno actualmente, han reaccionado en dos direcciones. Por un lado, han acrecentado la actividad diplomática alrededor de este tema. Pidiendo ayuda a la UE, dado que la política migratoria es competencia de la Unión, aunque despues las políticas se desarrollen por cada país... vale hasta ahí no hay mucha queja. Tambien han hecho una ronda por los países de origen de los inmigrantes para conseguir ¡acuerdos de repatriación y de vigilancia conjunta! Desconozco si esos acuerdos incluyen ayudas al desarrollo, quiero suponer que sí, pero... lo que se deja ver, es espeluznante... y es que la solución es encerrarlos en su miseria y decirles que se queden allí. Así de duro. Así de simple.
Ah, y por supuesto, han aumentado los medios de vigilancia, levantado rejas más altas, enviado más gente a vigilar... De nuevo el mismo mensaje. Quedaros en vuestra miseria. No os queremos. No mereceis vivir como nosotros. Pudrios. No sois seres humanos. Ése es el verdadero mensaje.
Y la posición de los liberalconservadores líderes de la oposición, más repulsiva y más vomitiva si cabe. Estos señores, para empezar se autoreconocen como "cristianos" (sus relaciones con la Iglesia y algunas de sus agrupaciones más radicales son públicas y notorias). Defienden la vida y la familia cuando se trata de hablar de celulas madre o de matrimonios entre homosexuales. Pero cuando se trata de imigracion, no... cuando se trata de "el problema de la inmigracion" son los que más violencia pública piden. No sólo hay que evitar que entren, sino que además, si una vez están aquí los tratas bien (o sea, le concedes unos derechos mínimos, netamente inferiores a los de los "nacionales") provocas que vengan más. Claro, es mucho mejor tener a un millon y pico de habitantes sin derechos, sin acceso a nada, pero eso si, trabajando para contribuir a que se enriquezcan... los que les explotan. Hay que joderse.

Y de lo que todo el mundo se olvida es del verdadero drama de todo esto. El verdadero drama no está en que si se "cuelan" mil o cienmil. Eso, señores, es lo de menos. Lo que duele, lo que me duele a mi al menos, lo que realmente me repatea el higado y me da ganas de vomitar es que nadie se acuerda de los que se quedan por el camino. No tenemos ni idea de cuantos son. No tenemos ni idea de quienes son. Dan igual. No existen. Son solo un numero, en realidad, ni eso. ¿Donde está el espíritu cristiano de nuestros defensores de la vida? ¿Y la solidaridad social de nuestros "progresistas"?

Qué ASCO.

La solución al problema es muy sencilla.

Para que no vengan, no tienen que tener motivos para venir.

Es más, aseguraría que si no tuviesen motivos para venir, no nos importaría que viniesen.

El verdadero problema de la inmigración es que la inmigración no es un problema en si misma, sino efecto de otro problema mayor. Pero ese no hay voluntad de solucionarlo...

Lo asqueroso del asunto es que el razonamiento que hay de fondo en las actitudes de unos y otros es simplemente inhumano. Destila un desprecio a su vida, a sus sueños y a su humanidad que dan mucho que pensar. Esa gente viene porque esta condenada a la miseria mas cruel. Viene porque ven que vivimos mucho mejor que ellos (mira, la television atrae a mucha más gente a europa, que vienen a "europa", no a "españa"). El unico efecto llamada que existe es ese: Que vivimos jodidamente bien en comparacion a ellos. Ah, claro, pero ellos no tienen derecho a soñar. Cuando mi abuelo se fue a Uruguay (como muchos se fueron a Inglaterra, Suiza, Alemania, Argentina... y tantos otros lugares), tenía derecho a soñar. Los que quieren venir aquí, no.

En fin, cada uno que gestione su conciencia como pueda.

lunes, agosto 21, 2006

Enfadado con el mundo

Hoy estoy enfadado con el mundo. Mejor dicho, estoy enfadado con la gente. Con la masa. Con todos los que permitimos que algunos lo destruyan todo.


Anihilado.

Hace tiempo que he resuelto,
en mi asamblea unitaria
escupir al desaliento
y vomitarle en la cara.

Hace tiempo que no encuentro
salvo en la búsqueda amarga
un sentido al firmamento
una verdad no contada.

Las espirales del tiempo me atenazan la garganta…
Los latidos del reloj me abofetean la cara…
Los segundos que se escapan me laceran hasta el ansia

Los tañidos de mil campanas.
Los sonidos de mil guitarras.
Las ilusiones de mil niños.
Los gritos de mil gargantas.
Todos ellos alimentan
pero envenenan el alma

¿No sufres por el que sufre?
¿No lloras por el que llora?
¿Donde empieza la frontera
de aquello que no te importa?

¿En la tele?
No me jodas.

¿En mis ojos?
Que fácil.
Ahí me las den todas.

¿En el alma?
Ya se que no, no respondas.

Irresponsables niñatos
jugando a desarrollados.
Tenemos las herramientas
encima de los zapatos.
Pero no las vemos.
O quizá las ignoramos.

Vivimos en un mundo
de ciegos, sordos y mancos.
y creo más listo al mono
que a los evolucionados.

Necesidades creadas, sueños adulterados,
de criadero, entrenados.
Sueños que no son sueños,
sueños que son gargajos
escupidos por el miedo.

Duerme bien, bien arropado.
Tu techo está asegurado.
Aunque mueran mil por ello.
O un millón, que no he contado.

Lo mejor de los números
es que nunca han llorado.

Desarrollo subdesarrollado.
Nuevos modelos de esclavo.
¡Compre!, ¡Compre!
¡Las rebajas no han terminado!
¡Jersey a mitad de precio!
¡Y cien niños explotados!
¡Venga, compre! ¡No lo piense!
¡Si total ya está acabado!
¡Que mañana cuando vuelva,
otro se lo habrá llevado!

Usted, cómodo,
Yo, potentado,
¿Y la conciencia?
Borracha en algún tejado.

Siempre la misma canción,
y la escusa del de al lado.
"Otro lo hubiera hecho"
pero no lo has comprobado.

¿Satisfecho?
Encantado.

Yo, miro hacia el otro lado.
Y ni así estoy saciado.

Quizá tenga la razón.
Las culpas no se reparten.
Esas, las tienes o no.

O quizá yo solo sea
el hipócrita mayor.


Sembradores de democracias, adoradores del libre mercado, esclavizadores disfrazados de empresarios, de gobiernos, de multinacionales descaradas y sin cara. ¿Cuantos más dejaréis (dejaremos) morir de SIDA, de hambre, de miseria, de incultura?
Dos soldados valen tres semanas de guerra. Y cientos de civiles muertos.
La democracia solo es válida cuando gana el que quiere el dinero.
Si no, el elegido por el pueblo es un dictador, un terrorista, un criminal.
Criminal es poder dormir sabiendo lo que está pasando, y lo que no está pasando.
Sigamos compitiendo, a ver a donde llegamos. Bueno, eso puedo vaticinarlo sin ser bujo, profeta ni mago: A la mierda, allí nos encontraremos.

Lo único bueno es que, como dijo alguien antes que yo, al final de la partida, el rey y el peon, acaban en la misma caja. Todos somos lo mismo: Alma, huesos y pellejo. Aunque a más de uno habría que mirarle lo del alma. Normalmente, suele ser a quien más habla de dios.

La sensación de impotencia, rabia, dolor, es cada día mayor. Se están riendo en nuestras caras.

El que siembra vientos, recoge tempestades.

jueves, agosto 03, 2006

Mayor o Viejo?

Ayer escribí un poema que espero llegue a ser canción. En realidad, lo escribí con música en mi cabeza. La experiencia me dice que las canciones mutan desde que las imaginas por primera vez hasta que quedan plasmadas en un sonido minimamente aceptable. En mi caso, como a dia de hoy mi experiencia grabando es más bien limitada, doy por hecha una canción cuando suena bien en el local. Pero esto no es lo importante ahora.

Hay veces que me releo y me doy cuenta de que algun simbolo de los que había utilizado era un poco demasiado personal, o que una analogia que había considera inofensiva, podía ser interpretada como peyorativa. O al revés.

En este caso me pasa con el significado de "las viejas" en este poema... Espero que se me perdone el hecho de que tenga alguna anotación con respecto al estribillo. Cosas de ser un proyecto de canción...

Que no me tengo que explicar...

Estoy igual que tú, aquí perdido,
y no me tengo que explicar,
si no te gusta lo que has visto,
pues miras pa otro lugar...

Me gusta caminar por los sitios que evitan las viejas...
Callejas, plazuelas oscuras, perdidas veredas...
Ya ves, que me asombra su voz, su memoria y sus fuerzas,
más bien yo rechazo el rechazo que hay bajo sus cejas...

Que ya se lo he dicho, señora
que no me tengo que explicar,
¿Que estoy triste? A todas horas
¿Que miro raro? Es normal

Es que me gusta sentarme en los sitios que evitan las viejas...
me calma saber que no tienen que verme la geta...
Y voy a empezar a gritar delante de su puerta
que ayer decidí no hacer daño ni a una mosca muerta...

Y sigo con mi cancion, señora,
que no se lo tengo que explicar,
Que yo nunca llego a la hora,
pronto o tarde, que más da...

* * *

Soy un rayo de sol,
espuma del mar,
un puñado de arena
y aire pa respirar...

Cuando tengo calor,
o una copa de más,
la piedra en que tropiezas,
brisa que huele a sal...

Mi horno del corazon,
no lo apaga ni el mar.
Con los pies en el suelo,
volando lo demás...

Si me arde el colchón,
voy y aprendo a nadar,
pa dar vueltas al mundo
sin dejar de cantar...

* * *

Que estoy convencido, señora,
que no me tengo que explicar,
que no mido el tiempo en horas
que nunca me pasa ná...

Y me gusta dormir en los sitios que evitan las viejas
prefiero pensar que los miedos no hinchan mis velas...
Mi barco se mueve empujao por vientos y mareas
El miedo lo usaba de ancla, y se rompio la cuerda...

Que no, que no, que no, señora,
que no me tengo que explicar
No quiero palos ni zanahorias,
ni rey ni amo, ni bien ni mal.

* * *

Soy un rayo de sol...

(dos veces)

* * *

Me gusta caminar por los sitios que evitan las viejas...
Callejas, plazuelas oscuras, perdidas veredas...
Ya ves, que me asombra su voz, su memoria y sus fuerzas,
más bien yo rechazo el rechazo que hay bajo sus cejas...

Estoy igual que tú, aquí perdido,
y no me tengo que explicar,
si no te gusta lo que has visto,
pues miras pa otro lugar...



Ok, sientete libre de criticar el poema independientemente del resto del texto, aunque los temas tengan poco o nada que ver. ¿O quiza si?

Me centro. Bien, mi problema es que puede parecer que cuando hablo de las viejas, me refiero al sentido explícito de la palabra: Mujeres de edad avanzada. Pero no es así. Cuando hablo de las viejas, me refiero a otra cosa. Gente que mira y cuchichea. Gente que está tan ahogada en su propia rutina que piensa que los demás están obligados a hacer lo mismo. Gente que cree que está segura. Da igual su sexo y su edad, recuerdan al tipico grupito de señoras mayores de pueblo, beatonas, criticonas, en muchos casos aburridas, y capaces de amargarle la vida a quien fuese a base de rumores, cuchicheos y frases susurradas al oido de la persona apropiada en el lugar apropiado. La comandita, el sanedrin, el consejo de ancianos, radio patio, el corrillo... en fin, todos sabemos de que hablamos. Y en las ciudades, normalmente, es menos grave que en los pueblos. Demasiada gente para controlarla a toda...

En realidad, es una doble analogía. Está por un lado la ya explicada, y por otro está la contraposición de viejo con respecto a joven. Prescindiendo de la edad, para mí: Viejo es quien ya no tiene ilusiones, quien cree que ya ha vivido lo más importante de su vida, que lo que le queda por delante no es más que un tedio placentero, que olvida sus emociones, y con las suyas, las de los demás. Eso es ser viejo. Por contra, quien es joven es quien mantiene sus ilusiones, y lucha por ellas, quien cree que puede hacer algo por el mundo, quien escucha a su corazon y se deja guiar por el, quien cree que en la vida que le quede aun hay mucho por descubrir, que le quedan muchas cosas por hacer.

Por supuesto no caben maniqueismos en esto. Hay una inmensa gama de posibilidades entre un extremo y el otro, y practicamente nadie está en ninguno de los extremos, salvo los niños con respecto a la juventud, por supesto. Hay quien es joven en determinados ambitos, y viejísimo en otros. Infinitas combinaciones para infinitas personas e infinitos momentos...

Espero que mucha gente mayor, que me consta que no es vieja en el sentido explicado, me perdone el símbolo. No solo no creo que ser mayor sea motivo de critica, como si pudieramos elegir nuestra edad, sino que creo realmente admirable a quien siendo mayor, sigue siendo joven. Me gustaría conocer el método para conseguirlo, si es que existe, por si llego tan lejos.


Y bueno, ya sabéis donde podeis encontrarme. Es fácil si sabes que...

Me gusta escribir en los sitios que no leen las viejas...


Por si pasa por aquí, un saludo muy especial para una especie de hippie mayor, hincha de Boca...